Todos los que hemos sido estudiantes en alguna época de nuestra vida nos hemos hecho la misma pregunta: ¿qué puedo hacer para mejorar mi rendimiento? Es decir: cómo estudiar más en menos tiempo ¿verdad?
Aunque siento decirte que para esto no hay recetas mágicas ni caminos rápidos, te traigo diez consejos sencillos que te ayudarán a mejorar tu rendimiento en el estudio.
- Cinco minutos de ejercicio físico antes de empezar a estudiar mejoran el aprendizaje. ¡Date una vuelta a la manzana!
- La escritura es un acto motor que nos ayuda a aprender. Aunque tengas libros de texto ¡Toma nota siempre!
- El color y los dibujos favorecen el aprendizaje. Así que si tus apuntes son aburridos… ¡Garabatéalos! Puedes subrayar en diferentes colores, y dibujar símbolos que te ayuden a recordar la información.
- Se aprende mejor cuando se asocia la nueva información con otra información que ya tenemos guardada en la memoria. Así que… ¡No empieces todavía! Antes de ponerte a estudiar un nuevo tema, lee los títulos de los epígrafes y piensa qué sabes sobre ese tema.
- Las personas somos capaces de mantener la atención no más de 15 o 20 minutos en un ambiente estático. Pero si el ambiente a nuestro alrededor es cambiante, podemos mantenerla por más tiempo. Por lo que si quieres mejorar tu atención… ¡Levántate y muévete! Puedes leer tus apuntes mientras caminas por tu habitación o pedaleas en una bicicleta estática.
- El cerebro necesita combinar dos tipos de pensamiento diferentes para aprender eficazmente. Se llaman pensamiento enfocado y pensamiento difuso. Para poner en marcha los dos tipos de pensamiento al estudiar, puedes poner en marcha la técnica del pomodoro. La técnica del pomodoro se aplica típicamente usando un reloj de los empleados en cocina (de ahí su nombre). Consiste en combinar periodos de trabajo de unos 20 minutos en los que se mantiene la concentración al máximo (pensamiento enfocado) con pequeños descansos de 5 minutos (pensamiento difuso).
- En nuestro cerebro existen diferentes tipos de memoria. Una de ellas es una “memoria corporal” que recuerda aquellos movimientos que realizamos con el cuerpo. Si cuando estudias te acompañas de algunos movimientos que representen lo que estás estudiando, vas a recordar más fácilmente la información. Así que aprende a estudiar con todo el cuerpo.
- Habitualmente, cuando estudiamos, leemos y releemos la misma información varias veces hasta que la memorizamos. Sin embargo es mucho más efectivo leer, y posteriormente tratar de recordar lo que hemos leído. Para llevar a cabo esta técnica hay un requisito fundamental: ¡cierra el libro!
- La mejora manera de aprender es enseñando. Porque enseñando a otros comprendemos. Intenta explicar la materia a un familiar, o queda con algún compañero que tenga dificultades para ayudarle. Se trata de enseñar para aprender.
- El sueño es una parte fundamental del proceso de aprendizaje. Durante el sueño consolidamos la información aprendida y eliminamos aquella que no nos hace falta. Hacer un pequeño repaso justo antes de ir a dormir favorece el aprendizaje. Así que no le robes horas al sueño ¡Nunca!
Sencillos ¿verdad? Pues ponlos en marcha y verás mejorar tu rendimiento.